Mercados: Estiman que la variante Ómicron podría significar el fin de la pandemia

Según la banca de inversión, la irrupción de la nueva cepa puede bloquear el surgimiento de otras variantes más letales. El S&P 500 ha bajado casi un 5% desde que se identificó la nueva variante.

Si hay una duda que sobrevuela la operatoria en las bolsas de Nueva York es si éste es momento para tomar ganancias, tras una impactante sucesión de récords este 2021 o si todavía hay margen para un nuevo trecho alcista para las cotizaciones.

La aparición de la variante Ómicron del coronavirus llevó a una rápida salida de fondos posicionados en acciones norteamericanas.

Con el S&P 500 casi 5% debajo de su máximo reciente, los inversores buscan claridad sobre cuán transmisible y mortal es la nueva variante de COVID-19, y si las vacunas actuales protegerán contra la enfermedad.

Algunos en Wall Street han estado destacando los peores escenarios ante la nueva cepa, pero según una informe del analista Marko Kolanovic, de la banca JP Morgan, los datos actuales no deberían hacer sonar las alarmas por el momento.

“Los casos sudafricanos están cerca del promedio pandémico y las muertes por COVID están cerca del mínimo, una situación bastante favorable en relación con los últimos dos años”, explicó.Los inversores deberían comprar la caída porque Ómicron podría acelerar el fin de la pandemia, según JP Morgan

Y aunque los inversores parecen estar llegando a la idea de que la variante Ómicron puede no ser una amenaza tan grande como se pensaba originalmente, muchos están preocupados por una reacción exagerada de los gobiernos, con las restricciones de viaje como la mayor preocupación.

Por ejemplo, Kolanovic señaló que los vuelos están restringidos desde varios países africanos que no tienen Ómicron, pero no están restringidos a los países europeos que tienen casos.

Pero si finalmente se descubre que Ómicron es una cepa menos letal, podría “resultar un riesgo positivo para los mercados”, según el informe. Eso es porque si la nueva variante desplaza variantes más mortales, podría acelerar el final de la pandemia y convertir COVID-19 en algo similar a la gripe estacional.El SP 500 ha bajado casi un 5% desde que se identificó la nueva variante del coronavirus Ómicron

“Vemos la reciente liquidación en estos segmentos como una oportunidad para comprar acciones frente a la caída de precios de las empresas dependientes del ciclo económico y la reapertura (aerolíneas, acereras y quimicas), y de las materias primas”. También consideró que esta estrategia permitirá “posicionarnos para obtener mayores rendimientos de los bonos”, concluyó Kolanovic.

“Ese desarrollo encajaría con los patrones históricos de pandemias de virus respiratorios anteriores, especialmente dada la amplia disponibilidad de vacunas y nuevas terapias que se espera que funcionen en todas las variantes conocidas”, dijo el experto de JP Morgan.Los índices de Wall Street recortaron fuerte desde sus recientes máximosLos índices de Wall Street recortaron fuerte desde sus recientes máximos

Ese tipo de escenario, completó el análisis, la ventaja comparativa para invertir quede del lado las acciones cíclicas vinculadas a una reapertura de la economía, en lugar de otras acciones de crecimiento que prosperaron durante la pandemia.

Asimismo, otro informe de JP Morgan anticipó que los precios del petróleo superarían los 125 dólares por barril el próximo año, y los 150 dólares en 2023, debido a los déficits de capacidad de producción del grupo OPEP.

Según JP Morgan Global Equity Research, “a medida que se descubra el potencial de volumen real del grupo OPEP, esto debería impulsar una mayor prima de riesgo a los precios del petróleo”.Ómicron podría ser un catalizador para la rotación del crecimiento al valor, la venta masiva de COVID-19 y los beneficiarios del bloqueo y un repunte en los temas de reapertura

El petróleo sube este jueves y los contratos futuros del Brent son operados en torno a los USD 69 por barril, ya que los inversores ajustaron sus posiciones antes de la decisión de la OPEP sobre la política de suministro, aunque la preocupación respecto a que la variante Ómicron del coronavirus podría afectar a la demanda de combustible limitó las alzas.

“Creemos que la OPEP ralentizará los aumentos comprometidos a principios de 2022, y creemos que es poco probable que el grupo aumente la oferta a menos que los precios del petróleo estén bien apuntalados”, dijo JP Morgan. Y agregó que prevé que la demanda mundial de petróleo alcance los 99,8-101,5 millones de barriles por día en 2022-23.

Infobae