Unos 75 mil docentes aplicarán a partir del ciclo lectivo 2019 una nueva metodología para la enseñanza de las matemáticas en 20.000 escuelas de todo el país.
Se aplicará a la mitad del ciclo primario y el resto secundario, con el propósito de que a los alumnos les resulte «más amigable» su aprendizaje dado los bajos resultados evidenciados en las pruebas «Aprender».
El Plan Nacional «Aprender Matemática», lanzado este jueves por el presidente Mauricio Macri, busca atacar aquellos contenidos específicos que a los alumnos les resultan más difíciles de asimilar con una metodología innovadora.
Se capacitará a 350 formadores de nivel primario y 350 del secundario a partir de diciembre, quienes en febrero capacitarán a su vez a los docentes que enseñarán a los alumnos de las 20.000 escuelas.
El programa consiste en «alejarse del método tradicional que indicaba que el docente planteaba ejercicios en un pizarrón para que el alumno los resuelva, sino bajar esos problemas a los que los chicos enfrentan en su vida cotidiana», dijo a Télam Hugo Labate, director nacional de Diseños de los Aprendizajes.
En ese marco, el plan prevé trabajar nueve contenidos específicos, cuatro para primaria y cinco de secundaria, que resultaron más complejos para los alumnos.
En el primario se trabajará con representación de información en gráficos, fracciones (repensar, ordenar, sumar), áreas y perímetros de figuras planas y división con análisis del resto. En el secundario se hará en las funciones, representación algebraica y gráfica, resolución de ecuaciones, probabilidad y permutación, proporcionalidad en geometría y representación decimal y fraccionaria de un número.
«La idea es que los docentes trabajen estos contenidos con la nueva metodología y hagan seis entregas en el año sobre los resultados, es decir que los maestros asistirán a talleres de capacitación y aplicarán los contenidos directamente en el aula en forma alternada en seis oportunidades», destacó Labate.
El funcionario agregó además que las mejoras en matemática serán evidentes a partir del 2020.
Los alumnos deberán construir las soluciones y aprenderán equivocándose, mientras que el docente deberá llevar un registro de lo aprendido, aportar nueva información y establecer relaciones con otros contenidos, de acuerdo a la información difundida.
