El Gobierno propone tomar muestras de ADN a todos los delincuentes peligrosos

El Gobierno ya tiene listo un proyecto de ley que puede generar más polémica: prevé que se le tome una muestra de ADN a todas las personas que cometieron un delito doloso, sin distinción de la gravedad.

De esta manera, al banco de datos que actualmente se confecciona sólo con los violadores, se sumarían quienes fueran condenados por homicidio, secuestro extorsivo, lesiones graves y robos, entre otros delitos previstos en el Código Penal.

Concretamente, el texto contempla “ampliar a todos los delitos dolosos” el Registro Nacional de Datos Genéticos Vinculados a Delitos Contra la Integridad Sexual«, creado por la ley 26.879. Para entender la polémica, sólo basta con recordar brevemente las dilaciones en el debate de ese proyecto: impulsado por las Madres del Dolor, recién fue aprobado en 2013, cuando el impacto que generó el crimen de Angeles Rawson forzó a los diputados a retomar la discusión de una iniciativa que ya había sido aprobada -y perdido dos veces estado parlamentario- en el Senado.

Ahora, la idea del Gobierno es que, en ese banco de datos, comúnmente conocido como «registro de violadores«, se incorporen muestras de los condenados por “todos los delitos dolosos tipificados” en el Código Penal.

El objetivo del proyecto, al que tuvo acceso Clarín en exclusiva, es “contribuir al esclarecimiento de la verdad a partir del almacenamiento y sistematización de la información genética asociada a una muestra o evidencia biológica obtenida en el curso de una investigación”.

El proyecto fue redactado por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich; y cuenta con el visto bueno del Presidente, quien le dio luz verde en la última reunión de seguimiento de gestión. Y este viernes terminó de tomar forma, luego de recibir un respaldo clave: fue validado desde lo técnico por el ministro de Justicia, Germán Garavano, quien luego de analizar el borrador dictaminó formalmente a favor de su implementación. De ahí a que lo firme Mauricio Macri y sea girado al Congreso se trata sólo de una formalidad.

Entre los argumentos del proyecto, Bullrich expone que servirá por partida doble a la Justicia, ya que se podrá “identificar y condenar a los autores de delitos, así como para exculpar a personas erróneamente acusadas”.

Con el antecedente de las demoras que implicó la puesta en marcha del “registro de violadores”, en el que se empezaron a incorporar muestras a partir del año pasado, el proyecto contempla una aplicación de forma gradual. Para ello, en el artículo 7 habilita al Ejecutivo a fijar un “cronograma de implementación en el que se incorporen progresivamente los delitos de acuerdo a su gravedad, en la medida que se incrementen las capacidades operativas de los laboratorios forenses encargados del análisis de las muestras extraídas”. Así, además de delitos contra la integridad sexual, serán prioridad los casos de homicidios, lesiones graves, secuestros extorsivos y robos agravados.

Pero en el Gobierno confían en que se avance en ese sentido a medida que, con el aval de la Secretaría de Ciencia y Tecnología, se habiliten más laboratorios.

¿En qué consiste esa extracción? Se trata de un hisopado en la garganta que es procesado en laboratorios certificados. Y, luego, se incorpora al registro, mediante el software (CoDIS, por Combined DNA Index System, en inglés), provisto por el FBI, que permite almacenar y digitalizar las muestras biológicas de los condenados y los rastros biológicos de autores desconocidos para luego buscar eventuales coincidencias de patrones.