El presidente Mauricio Macri inauguró este viernes el inicio del período 137° de sesiones ordinarias en el Congreso de la Nación, en lo que se convierte en el cuarto y último discurso de su gestión. El mismo duró cerca de una hora y contó con varias interrupciones, abucheos y gritos, por parte de la oposición.
«Hablarles hoy para inaugurar el último año de este mandato es para mí igual de emocionante que cuando lo hice la primera vez en diciembre de 2015», expresó.
«Ese día les dije que a la Argentina la íbamos a sacar adelante juntos e íbamos a cambiar el país en serio. Decidimos dejar de patear los problemas para adelante para empezar a mirar la realidad de frente. Entendimos que el país depende de nosotros y de nadie más. ¿Cuántas veces en nuestra historia elegimos el camino del atajo y siempre pagamos las consecuencias!», expresó Macri al tomar la palabra.
Algunas de sus frases más relevantes durante el discurso fueron:
«Creció la economía, bajó la inflación, aumentaron la inversión, las exportaciones, bajó la pobreza y creamos 700.000 puestos de trabajo»
«Hoy la Argentina está mejor parada que en 2015»
“Si no adoptábamos las medidas, la economía habría colapsado”
Con respecto a su gestión, agregó: «Cambiar en serio implica atravesar dificultades, y hablando de dificultades, el año pasado nos puso a prueba en muchos sentidos, cuando estábamos empezando a crecer y ver resultados concretos, asomando la cabeza, cambiaron las condiciones y surgieron nuevos desafíos que tuvimos que enfrentar. Todavía estábamos frágiles y parte de las transformaciones que estamos haciendo tienen que los cimientos más profundos con obras que empiezan y terminan, que valen lo que cuestan».
“Se está acabando la impunidad y en ese sentido estamos mejor que en 2015“.
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Finalmente, el Presidente manifestó: «Los cambios profundos requieren paciencia. Muchos vana pensar que están peor que hace unos años, que todos les cuesta más. Muchos me van a recordar que el año pasado aquí dije que lo peor ya pasó, y tienen razón», afirmó.
«Pero, también les quiero decir que lo que estamos logrando los argentinos es enorme porque estamos haciendo crujir estructuras viejas y oxidadas, muy arraigadas que seguían beneficiando a las de siempre», planteó el presidente.
«Lo que estamos haciendo no tiene vuelta atrás, ya no nos da todo lo mismo, no aceptamos que nos mientan o que pongan en jaque la institucionalidad de nuestra democracia. No creemos en soluciones mágicas porque sabemos que las transformaciones profundas llevan tiempo«, indicó el presidente en otro tramo de su discruso.
