17A: el agite opositor y la grieta como razón de ser

Por Norberto G. Asquini

El 17 de agosto, una fecha patria, se tiñó de distintos sentidos según el sector político de referencia. La figura del general José de San Martín sirvió a los gobiernos para dar cuenta de los valores patrióticos cuando se tiene que afrontar una pandemia global como la actual, y de justificación a la oposición para salir a la calle para protestar contra la gestión del presidente Alberto Fernández. De un lado, el peronismo; del otro, el antiperonismo. La grieta a full, presente y sonante.

El llamando 17A fue un ejercicio de la oposición, uno más, que va levantando tono con la flexibilización de la cuarentena, la agenda pospandémica y según se acerca el año electoral 2021. Esas marchas van sumando adeptos que bajo la bandera argentina, otra apropiación como la figura de San Martín, el himno o el concepto de patria, engloba a innumerables consignas con un férrea posición antikirchnerista y antiperonista.

Sectores duros que apenas se habían asomado cuando se habló de los presos liberados, tomaron fuerza en la defensa de la quebrada Vicentín y ahora sumaron más adhesiones. Así lo percibieron desde el PRO en Santa Rosa.


Demos cuenta de quienes conforman estas marchas: principalmente dirigentes del PRO y sus aliados, algunos radicales que no tienen que competir con el macrismo, sectores de clase media, con consignas que van desde las anticuarentena (“no al tapabocas”), económicas (los comercios en crisis), la corrupción (“la impunidad K”) y republicanos (la llamada defensa de la “libertad” y contra el “atropello a las instituciones y a la justicia”), llegando hasta el desubicado pidiendo por el dióxido de cloro. Se menciona como su grueso a las y los autoconvocados, que los hay sobre todo de un sector más autónomo de la política, pero también se agita desde atrás por las redes.

Los dirigentes políticos no aparecen convocando, si bien hacen el armado, y son algunos personajes periféricos los que se animan a salir públicamente a impulsar la movida para ganar alguna notoriedad. Los reclamos coinciden con la agenda nacional, homogénea en todo el país, con temas que se van asimilando en sectores opositores al presidente a través de los medios y sobre todo de las redes sociales, como indican Ernesto Calvo y Natalia Aruguete. Demás está recomendar para entender la política en la era de las redes sociales su libro “Fake news, trolls y otros encantos”.

La interna opositora

El lado de la grieta, la posición política, que asume cada sector coincide con las posturas que toman frente a la pandemia y a la percepción del riesgo. Los seguidores del presidente Alberto Fernández le temen al coronavirus, los de la oposición al desempleo, los primeros tienden a cuidarse, los segundos a evitar los controles. Con todos los temas que se consideren, pasará lo mismo.


Esta movilización política de la oposición sirvió para mostrarse y para enfrentar al peronismo. Pero también tiene sus límites en la provincia. Se queda en la agenda nacional (o porteña) en la que está más cómodo el PRO y sus aliados.

En ese sentido, en La Pampa no hubo manifestaciones visibles contra el gobierno provincial. El gobernador Sergio Ziliotto controló la pandemia y ofreció el respaldo a los sectores económicos golpeados (y cómo) por la cuarentena, necesaria pero demasiado prolongada.


Las fuerzas centrales del arco opositor pampeano, o a nivel nacional Juntos por el Cambio, que son la UCR y el PRO, también compiten en cada movilización. Unos siendo protagonistas, otros escapándole. El PRO asume la agenda nacional, los radicales una provincial. Lo que no significa que las mismas consignas de derecha del macrismo sean replicadas por dirigentes radicales como el ex intendente Leandro Altolaguirre, por citar uno. El PRO agita, la UCR se repliega, más moderada.


El politólogo Andy Tow tuiteó sobre el 17A que “la interna de Cambiemos se define en las calles en el pico de la pandemia. Los que no tienen responsabilidad de gestión llamando a marchar contra la ‘infectadura’, los que la tienen desalentándola”. Es lo que ocurre entre el jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich. Una tensión que se replica también entre los que están al frente de una gestión municipal y los que no en La Pampa.

La oposición al peronismo, o parte de ella, se ejercita en la calle y busca su espacio de cara a 2021. Acostumbrémonos a las marchas y las consignas tanto por consignas permanentes como coyunturales de cada momento. La grieta está a full y cualquier tema polariza.